La lengua me escribe
El que escribe ha jurado ser decente… pero, a la larga, la vida considera demasiado exquisito ese juramento e, insidiosa, le pone la zancadilla… No comprende por qué la vida se porta de ese modo. Antes de verlo, deberá recorrer un largo camino Mientras escribo estas palabras estoy influenciado por lo que sucede a mi alrededor, sometido a un continuo bombardeo de mensajes (móviles, pantallas…). Agentes de Inteligencia avisan: «La orden de no investigar