¿Algo está cambiando en el caos de terrazas ourensanas?
Hoy llevé una grata sorpresa. Pasé por el Parque de San Lázaro y en el tramo de las cafeterías al fin no me sentí agobiado. Las sillas y mesas pegadas a las fachadas estaban libres de pecado, de ese de no dejar pasar ni a un lado u otro cómodamente al peatón. Levantaron algunas mesas que despejan el panorama, o paisaje. Pero, además, vi las mesas y sillas que para compensar a alguien pusieron en