Y ahora tocan -10 a su puerta
Pues después de la tormenta no siempre viene la calma, porque tras la grave nevada madrileña (murió un hombre en su coche tirado en la carretera, por ejemplo) ya se anuncian temperaturas gélidas para las que no estamos preparados, ni siquiera las tuberías, cañerías que revientan con tal heladas. Pero, si además de la gravedad traída por la nieve para el mejor acceso a los hospitales en plena tercera ola del coronavirus – desaparecido por