Ella, “la bella”
Cuántas veces me imaginé a una belleza inigualable en esta posición escatológica, cual bálsamo a la impotencia de no tener nada que hacer para conquistar…, al menos su atención; como una íntima venganza a la no correspondida admiración. Me imaginé tal situación terapéutica, y no sé quien lo escribió antes, ¿Montaigne?, pero sí que leí esta fórmula de anestesia para un rechazo amoroso; y lo imaginado se hizo real en la sentada a Lessica Goicoechea