Un día en Oporto
Llegada al mediodía después de almorzar. Hotel y habitación para una pequeña y reparadora siesta antes de salir a caminar la ciudad. Habitación 110. Golpes en el piso superior que impiden el descanso. Al cuarto de hora del incesante ruido, queja a recepción. Están de obras en dos plantas del hotel y hasta las cinco no acaban. Solución, de la primera a la última planta, 15. A toda leche el ascensor. Vista a la desembocadura del
Moncho 9 de diciembre de 2018